
El estilo moderno neoyorkino combinado con el estilo catalán clásico. Ambos, aunque parezca improbable en un primer momento, se funden a la perfección en el hotel The Serras, abierto no hace demasiado en Barcelona. El proyecto de interiorismo, firmado por Eva Martínez, juega todo el tiempo con la luz natural y con la artificial, creando un entorno completamente cálido a pesar de sus referencias industriales.


Os lo traigo al blog porque desde siempre me han atraído los hoteles como espacio en el que vives con lo básico, con lo que cabía en tu maleta, y te sientes un poco más tú mismo. Esta reflexión estoy segura de que me daría para mucho más, pero tiendo al resumen, y al final con lo que me quedo es con que un dormitorio, al igual que una habitación de hotel, debería ser un espacio fácil de habitar, no demasiado complicado, ni en el mobiliario ni en cuanto a estilo, para facilitar el descanso, y sugerente sin ser estridente.



Todas esas premisas se cumplen en The Serras. Fácil de habitar, interesante sin ser intenso y, lo que resulta un plus, plenamente en tendencia. Me gusta su cabecero que simula una baldosa hidráulica (me parece que no lo es, pero no tengo ese dato; en cualquier caso, es perfectamente replicable con un lienzo entelado o con papel pintado). Por su parte, la serena combinación de grises (con un punto brillante, el de la butaca descalzadora) tengo comprobado en los dormitorios que he testado, facilita el descanso. Y, no nos vayamos más allá, un dormitorio está hecho para eso.

Si te gusta el look hotel y, como Coco Chanel, te gustaría dormir en uno, toma nota de algunas piezas que podrían servir de inspiración para conseguir un estilo un poco industrial, un poco esencial y bastante cálido pese al color, como el de The Serras.

1. Aplique de pared de metal Maisons du Monde 2. Pavimento Terrades Grafito Vives Cerámica 3. Butaca giratoria Stockholm Ikea 4. Mesa auxiliar de metal Maisons du Monde.

5. Espejo redondo Casa y Lienzo. 6. Suelo de madera Leroy Merlin. 7. Aparador Conforama 8. Funda nórdica y de almohada Ikea.
Me han gustado mucho detalles como el cabecero que simula mosaico hidraúlico y la puerta que da paso al baño.
Es una mezcla de estilos que ha dado buen resultado. De todos modos, encuentro que en este ambiente de diseño, la paredes blancas aportan frialdad. Encuentro a faltar algo de calidez general.
Por cierto, acabo de descubrir tu blog y me gusta.
A mí me encanta esa conjugación de tres colores, es muy relajante. El toque discordante de la butaca amarilla es la guinda a tu conjunto cromático, que veo que es uno de tus favoritos 😉