









9. Invierte en piezas especiales: a nadie amarga un dulce… ni tampoco un capricho. Un bol de porcelana fina, una fuente con forma de estrella (como la de la imagen), una bandejita para servir los dulces, unos servilleteros, unos platitos para el pan,… La Navidad es el momento (y la excusa) perfecta para ir aumentando la colección de piezas para servir. Seguro que te apetece más organizar citas en casa si cuentas con un menaje especial que, además, te recordará siempre a esta época del año.

10. Y relájate: la Navidad está para disfrutar. Si te estresa, ya es un poquito menos Navidad, por eso, tu casa en estos días también tiene que ser un remanso de paz: aromatiza con canela, naranja o muérdago, todo un bálsamo para los sentidos. Tómate un respiro… y empieza a prepararte para la siguiente cena 😉

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